Tenía 14 años y recuerdo los nervios de viajar por primera vez al extranjero y encima solo. Me iba con cierto temor durante 3 semanas a Bray, un pequeño pueblo costero situado a 1 hora en tren de Dublín, Irlanda.
¿Y os preguntaréis.. a qué vas a ese pueblo?
Mis padres decidieron mandarme con una familia a aprender inglés durante ese tiempo, al principio me pareció una locura pero luego quería repetir. Tuve la suerte de poder ir 3 años y guardo un buen recuerdo de aquellas semanas de verano. Hace 14 años que fui por primera vez y recuerdo que lo hice con una empresa de Gijón, ahora creo que ya no existe, aún así me han hablando muy bien de Linguland, oferta cosas muy parecidas a las que hice yo en su momento tanto en Irlanda como en otros países y a muy buen precio (hay opciones para todos los bolsillos) , creo que la experiencia merece la pena. Según tengo entendido su equipo controla las escuelas y las academias para que esté todo correcto y asesoran a cada estudiante, algo parecido nos hicieron a nosotros y la verdad que aprovechas el tiempo al 100 %,
Supongo que ahora será parecido, cuando yo fui eramos un grupo que salíamos junto a un monitor desde Asturias y a cada uno nos asignaban una familia. Normalmente esta familia nos iba a recoger al aeropuerto, si no podían nos llevaban en un minibus a la que sería nuestra próxima casa durante las 3 semanas siguientes. Tuve mucha suerte con las 3 familias que me tocaron, me trataban como a uno más , recuerdo que me invitaban a comer por ahí, me compraban todos los caprichos que quería, me llevaban de excursión y me hacían las comidas a mi gusto.. ¿se puede pedir algo más?
Al día siguiente de llegar nos hicieron un examen para comprobar nuestro nivel de Inglés, destacar que mi nivel era lamentable no, lo siguiente, así que me asignaron una clase donde había gente de otros países y otras edades con un nivel parecido al mío. Durante toda la semana (de lunes a viernes) en horario de mañana teníamos 3 horas de clase con un descanso en medio. Tras esto disfrutábamos de múltiples actividades, deportes, juegos, etc.. donde practicábamos Inglés. Comíamos en el centro de idiomas y después nos íbamos a casa con nuestra familia. Las tardes eran libres, podías dedicarlas a conocer el pueblo, visitar otras zonas, estar con la familia, quedar con gente que habías conocido en el centro… hiciera lo que hiciera me obligaba a mi mismo a hablar inglés, cosa muy útil ya que te hace perder la vergüenza y te obliga a desenvolverte poco a poco con el idioma. La clave en mi opinión es perder ese miedo a sentirte ridículo hablando Inglés y estos cursos creo que sirven bastante, por la mañana aprendes el idioma con clases y con la convivencia pierdes el miedo y practicas.
El fin de semana no hay clases y normalmente pasas sábado y domingo con tu familia, si son enrollados te llevarán a conocer partes del país. Aprovechando esos días, más alguna excursión con las clases, pudimos conocer Dublín, ciudad de la que guardo un grato recuerdo. Os dejo los lugares que más me llamaron la atención.
Calles O´Connell Street y Grafton Street.
Son las dos principales calles de la ciudad repletas de vida y tiendas, como no. En la primer destacan los monumentos como la gran espiral con sus 120 metros o el edificio de la oficina de correos. La calle comienza en el puente O´Connell sobre el río Liffey, un puente increíblemente ancho comparándolo con su longitud.
La calle Grafton es una bonita calle peatonal con mucho ambiente llena de tiendas y músicos callejeros, esta calle une el Trinity College y el parque St Stephens Green. Destacar la estatua de Molly Malone, una vendedora ambulante que por el día vendía pescado con su carro y por la noche se dedicaba a otras cosas… Si viajas a Dublín seguramente acabes escuchando la canción popular y considerado himno no oficial de la ciudad «Cockles and Mussels» (Berberechos y mejillones), terminarás cantándola, te lo aseguro.
In Dublin´s fair city,
Where the girls are so pretty,
I first set my eyes,
On sweet Molly Malone,
As she wheeled her wheel barrow,
Throught the streets broad and narrow,
Crying, «cockles and mussels, alive, alive o!»
Trinity College
La universidad más antigua de Irlanda era de visita obligada todos los veranos, íbamos un fin de semana todos juntos a conocerla aunque vista una vez vista las demás. Guardo gratos recuerdos de su enorme biblioteca, es una auténtica pasada.
Guinness Storehouse
Lo visitamos un año y la visita fue cuanto menos curiosa, es una especie de museo de una de las cervezas más conocidas del mundo aunque este tipo de cervezas no es de mi agrado. Tras recorrer todo el recinto te deja echarte una pinta, nosotros no pudimos ya que eramos unos chavaletes y la edad para el consumo de alcohol en Irlanda es más alta que en España y está bastante controlado. Recuerdo que nos dieron un llavero de plástico que llevaba cerveza dentro.
Cárcel de Kilmainhan
Buen recuerdo tenemos de esta cárcel, básicamente porque nos pasábamos la visita haciendo el tonto, eramos adolescentes y nos hacía bastante gracia este tipo de visitas. Esta antigua cárcel impresiona, albergó a muchos personajes relacionados con la independencia del país e históricamente tiene gran importancia en la ciudad de Dublín. Merece una visita.
Durante nuestras excursiones de un día visitamos otros puntos de interés de la ciudad como el Castillo de Dublín, el Ayuntamiento, Custom House, Dublinia, etc…
Gracias a estos veranos que pase en Irlanda actualmente me manejo bastante con el idioma cosa que creo que es fundamental hoy en día y además he tenido la oportunidad de disfrutar de Dublín y de este país en ocasiones, guardo un buen recuerdo aunque hay cosas que me quedan muy lejos en la memoria, espero volver alguna vez para disfrutarlo de nuevo.